Cómo desarrollar una buena voz

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Mi papá se graduó de abogado, aunque nunca ejerció. Cuando yo era muy pequeño, recuerdo que lo veía parado frente al espejo de la puerta del armario de mi mamá haciendo las prácticas de sus defensas o acusaciones ante el jurado.

Allí hablaba con tono enérgico para acusar a alguien o con tono suave y conmovedor para defender a un acusado. Cada movimiento, cada palabra, cada inflexión de su voz estaban fríamente calculadas para su presentación en el estrado.

Esto me producía una mezcla de susto y emoción al verlo hablar, pero esas prácticas le sirvieron para terminar su carrera y conseguir su primer empleo.

Y es que la voz no es una herramienta exclusiva de los locutores. Hay gente que tiene que hacer presentaciones, charlas, discursos y para ello tienen que entrenarse. Al fin y al cabo, parte de su trabajo es convencer al auditorio, cualquiera que sea, con su voz.

Pero aprender a usar la voz es más importante para usted, que vive de la locución o que aspira a ser un gran locutor, y por eso es importante estar practicando continuamente para lograr sacarle el mayor provecho a su herramienta natural.

Todos hemos escuchado al menos a una persona en nuestras vidas cuya voz es tan bella y rica que disfrutamos escuchándola hablar, a veces independientemente de lo que realmente estén diciendo.

Yo tuve la oportunidad de conocer a varios de mis locutores favoritos. A quienes admiraba antes de siquiera imaginarme que iba a trabajar en radio.

Otto Greiffenstein, Armando Plata Camacho, Gustavo Niño Mendoza, Jaime y Julio Sánchez Cristo… terminé trabajando al lado de voces que admiraba desde pequeño y agradezco a la vida haberlos conocido y aprender de ellos.

Pero no hay que copiar sus voces ni su estilo. Lo ideal es lograr un estilo propio, fácilmente reconocible y diferente para convertirse en la primera opción cuando lo vayan a cotratar como locutor de una emisora o como voz para un comercial.

Si bien desarrollar un estilo, una entonación y una dicción vocal perfecta puede ser una tarea de toda la vida, se puede obtener una buena voz en un tiempo relativamente corto. Lo único que hace falta es un poco de orientación, una práctica permanente y la intención de lograrlo a toda costa.

Si usted quiere desarrollar una buena voz para hablar, a continuación le presento algunas ideas que podrán ayudarle en su empeño:

1. Hable con ganas

Es importante que la gente lo escuche cuando habla. Hable con ganas, hable con una intención en lo que diga. Hable con fuerza. Si usted es de los que habla muy suave o habla mirando hacia el piso, es muy posible que otras voces se escuchen más fuertes que la suya o que simplemente lo ignoren.

Esto no quiere decir que tenga que gritar sino que debe variar el volumen de lo que habla según la situación. Por ejemplo, si se dirige a un gran grupo de personas, será necesario hablar en voz alta para proyectar su voz.

Pero no exagere. Hablar demasiado alto en una conversación normal es innecesario y puede causar una impresión equivocada.

2. Disminuya la velocidad

Hablar demasiado rápido es un vicio de muchos disc-jockeys, pero realmente es un mal hábito y puede ser que las personas que lo escuchan no puedan seguirle el ritmo o incluso que no entiendan lo que está diciendo. Esto hace que se desconecten y dejen de escucharlo.

Por eso es importante reducir la velocidad diciendo sus palabras más lentamente y haciendo una pausa entre oraciones; esto ayuda a agregar énfasis a lo que está diciendo y le da la oportunidad de respirar.

Por otro lado, es una buena idea no hablar demasiado despacio. Esto puede ser monótono para sus oyentes, lo que puede llevar a que se impacienten y se desconecten.

Algunos profesionales recomiendan hablar entre 120 y 160 palabras por minuto. Sin embargo, si lo que está leyendo o diciendo es muy largo, alterne la velocidad: hable lentamente para enfatizar y hágalo más rápido para mostrar pasión y entusiasmo.

3. Pronuncie bien

Hablar con claridad es posiblemente el aspecto más importante para desarrollar una buena voz. Usted debe prestar mucha atención a todas y cada una de las palabras que diga, pronunciando correctamente.

Asegúrese de abrir la boca, aflojar los labios y mantener la lengua y los dientes en la posición correcta mientras habla. Esto también puede ayudar a eliminar o disimular un ceceo, si es que usted tiene ese problema.

Al principio puede parecer extraño y difícil el pronunciar cada palabra correctamente, pero si hace un esfuerzo constante pronto se volverá algo natural en usted.

4. Practique una respiración profunda

La respiración profunda es esencial para una voz completa y rica. La mayoría de las personas respira demasiado rápido y superficialmente cuando hablan, lo que resulta en un tono nasal más antinatural.

Respire desde su estómago o desde el diafragma.

Su respiración debe provenir de su diafragma, no de su pecho. Para saber si está respirando correctamente, ponga el puño sobre su abdomen, justo debajo de su última costilla; debe sentir que su estómago se expande y ver que sus hombros suben y bajan mientras respira.

Practique su respiración inhalando profundamente, permitiendo que el aire llene su vientre. Inspire durante 5 segundos y luego exhale por otros 5. Acostúmbrese a este método de respiración y trate de incorporarlo a su forma de hablar habitual.

Recuerde que sentarse o pararse derecho, con la barbilla hacia arriba y los hombros hacia atrás le ayudará a respirar más profundo y a proyectar su voz más fácilmente. También le dará un aire de confianza mientras habla.

Intente respirar al final de cada oración: si usa el método de respiración profunda, debe tener suficiente aire para pasar la siguiente oración sin tener que hacer una pausa para respirar. Esto también les dará a sus oyentes la oportunidad de entender lo que está diciendo.

5. Varíe su tono

Como sabemos, el tono de la voz puede tener un impacto real en la calidad de lo que se habla y en el impacto que se logra en los oyentes. En general, hablar con un tono tembloroso o inestable da la impresión de nerviosismo, mientras que una voz uniforme es más relajante y persuasiva.

Aunque usted no debe tratar de cambiar el tono natural de su voz (no hay que tratar de hablar como Darth Vader), sí debe hacer un esfuerzo para controlar ese tono. No deje que sus nervios lo dominen y aspire a lograr un tono más completo y suave.

Usted puede practicar controlar su tono tarareando una canción o simplemente leyendo un texto en voz alta. Tenga en cuenta que no es necesario mantener un tono constante en todo momento; algunas palabras deben expresarse en un tono más alto para agregar énfasis.

¿Y cómo practicar?

Use su voz para expresarse. Su voz es tan única como una huella digital y puede expresar claramente su personalidad y comunicar cómo se siente. Usted puede ampliar su voz y su rango vocal para comunicar mejor sus pensamientos y sentimientos con los demás.

A continuación, algunos ejercicios recomendados:

1. Practique algunos ejercicios vocales

Practicar ejercicios vocales puede ser una buena manera de desarrollar su voz natural al hablar. Si bien es cierto que practicar mientras se mira en el espejo es la forma más efectiva de lograr esto, también hay otras formas de lograrlo:

Trate de aflojar la boca y relajar las cuerdas vocales. Puede hacerlo bostezando ampliamente, moviendo la mandíbula de lado a lado, tarareando una melodía y masajeando suavemente con sus dedos los músculos de la garganta.

Aumente su capacidad y volumen de respiración exhalando hasta que todo el aire sea expulsado por completo de sus pulmones. Luego inspire profundamente y mantenga el aire en sus pulmones durante 15 segundos antes de exhalar nuevamente.

Trabaje en su tono cantando el sonido «aaa», primero en su tono normal, luego bajando progresivamente. También puedes hacer esto con cada una de las letras del alfabeto.

Repita algunos trabalenguas. En la página Elbuenhablante.com sugieren estas frases:

  • El cielo está parangaricutirimicuarizado. ¿Quién lo desparangaricutirimicuarizará? El desparangaricutirimicuarizador que lo desparangaricutirimicuarize, buen desparangaricutirimicuarizador será.
  • Ese Lolo es un lelo, le dijo la Lola a Don Lalo, pero Don Lalo le dijo a la Lola. No, Lola, ese Lolo no es lelo, es un lila. ¿Es un lila, Don Lalo, ese Lolo, en vez de ser lelo? Sí, Lola, es un lila y no un lelo ese Lolo, le dijo Don Lalo a la Lola
  • Sobre el triple trapecio de Trípoli trabajaban, trigonométricamente trastrocados, tres trapecistas trogloditas, tropezando atribulados con el trípode, Triclino y otros trastos triturados por el tremendo tetraca trapense
  • Frente a la fuente de enfrente, la frente Fuensanta frunce; Fuensanta frunce la frente, frente a la fuente de enfrente. ¿La frunce o finge fruncirla? ¿Fingir Fuensanta fruncir? ¡Fuensanta no finge, frunce! ¡La frente frunce Fuensanta! Frunce Fuensanta la frente, frente a la fuente de enfrente.
  • Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas; cuenta cuántos cuentos cuentas, cuando cuentos cuentes.
  • ¡Qué col colosal colocó el loco aquel en aquel local! ¡Qué colosal col colocó en el local aquel, aquel loco!
  • El tomatero Matute mató al matutero Mota, porque Mota el matutero tomó de su tomatera un tomate, y como notó Matute que un tomate mató Mota, por eso, por un tomate mató a Mota el matutero el tomatero Matute.
  • Traté de darle a Atilano la tila que toma Atila, y Atilano dijo: No, tómate la tila tú, porque me temo que no atino como la tila se toma. Y si la tila Atilano cómo se toma no atina y teme cómo se toma, me tomaré yo la tila, la tila que Atila toma, que Atilano no tomó.
  • Yo compré pocas copas, pocas copas yo compré. Como yo compré pocas copas, pocas copas yo pagué.

2. Practique leer en voz alta

Para trabajar en la pronunciación, el ritmo y el volumen, es una buena idea practicar la lectura en voz alta. Elija un pasaje de un libro o revista, o mejor aún, encuentre una transcripción de un discurso famoso y léalo en voz alta para usted.

Recuerde ponerse de pie, respirar profundamente y abrir la boca por completo cuando hable. Si cree que esto le ayuda, párese frente a un espejo. Siga practicando hasta que esté contento con lo que escucha. Luego, trate de emplear las mismas técnicas como parte de su conversación habitual.

Practicar frente a un espejo le ayudará a tener más seguridad la hablar.

3. Grábese

Aunque a mucha gente no le gusta escuchar su propia voz, usted debería grabarse hablando. Esto puede ayudarlo a detectar fallas que normalmente no detectaría, como pronunciaciones erróneas y problemas de velocidad o tono.

Hoy en día, la mayoría de los celulares tienen una opción de grabación que puede usar para escucharse. También puede usar una cámara de video (que podría ser útil para verificar su postura, contacto visual y movimiento de su boca).

4. Consiga un entrenador vocal

Si usted quiere mejorar su voz para hablar, ya sea como parte de su entrenamiento como locutor profesional o aficionado, o para prepararse para un debate, un discurso o una presentación, entonces podría ser una buena idea contratar a un experto.

Un entrenador vocal puede identificar sus problemas de habla individuales y ayudarlo a corregirlos. Un entrenador de voz también es una buena idea si tiene un acento regional o muy coloquial que está tratando de minimizar o eliminar.

Deshacerse de un acento es algo difícil de hacer, por lo que ver a un profesional realmente puede ayudar.

Si ver a un entrenador de voz le parece un poco extremo o no cuenta con el presupuesto para hacerlo, entonces considere practicar frente a un amigo o familiar que entienda claramente de qué se trata el ejercicio.

Es posible que esa persona pueda detectar cualquier problema y darle algunos consejos útiles. Esto también lo ayudará a sentirse más seguro al hablar frente a otros.

5. Sonría mientras habla

La gente lo juzgará a usted y al contenido de lo que habla de manera más favorable si usa un tono abierto, amigable y alentador (en lugar de uno agresivo, sarcástico o aburrido). Una buena manera de hacer que su tono sea más amigable y cálido es sonreír mientras habla.

No se trata de hacer una sonrisa exagerada, pero incluso un leve aumento de las comisuras de la boca puede hacer que el sonido de su voz sea más atractivo, incluso por teléfono.

Obviamente, no siempre es apropiado sonreír, especialmente si está discutiendo un problema grave. Pero recuerde simplemente que ponerle emoción a su voz (cualquiera que sea la emoción) puede hacer maravillas.

Conclusión

Puede parecerle chistoso y hasta vergonzoso pararse frente a un espejo a hablar o a recitar trabalenguas en voz alta en su casa. Sin embargo, así es como se entrena un locutor. Así practican los actores. Así lo hacen los que dan discursos y cátedras.

Tómese su profesión en serio. Es posible que haya nacido con un don natural. No lo desperdicie. Entrene, ensaye. Practique todos los pasos anteriores con una grabadora de voz hasta que comience a disfrutar el sonido de su propia voz. Cuando lo logre va a sentirse más seguro.

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