Largo recorrido tiene la Señorita Lili en la radio.
Su experiencia la ha hecho recorrer varios espacios y estaciones; actualmente está al frente del horario vespertino en La Ley 107.9, un horario lleno de música que busca transmitir energía a sus radioescuchas, según ella misma nos cuenta.
Platicamos con la locutora, quien nos contó por qué se le hace más fácil estar al aire en este horario.
Has pasado por varios horarios, pero ¿cuál es tu favorito?
Yo creo que cada locutor tiene que dar el máximo en el horario en el que esté. Me gustan las mañanas porque es un horario más exigente, en el que hablas más y puedes expresarte extensamente, pero igual me gusta el horario vespertino, en el que la gente busca escuchar música, hablan mucho para pedir canciones y yo lo que busco es transmitirles energía positiva a todos.
¿Es más sencillo el horario de la tarde?
Sí, es mucho más fácil en cuanto a producción, porque en las mañanas yo hacía noticias, cápsulas y mucho más cosas. Un morning show está lleno de noticias que están pasando en ese momento, es mucho más movido e implica más detalles de producción al momento. En la tarde es mucho más musical. Aunque no dejo de dar noticias, no dejo de dar farándula, tráfico y temperatura, pero algo que siempre he tratado de hacer es ser la misma persona.
¿Para ti qué significa la radio?
El micrófono para mi es como una terapia. Cuando entras al aire es como subirse a un juego en Six Flags, la adrenalina hace que te olvides de todo y ese contacto que tienes con la gente, la oportunidad de tocarles su vida de una forma positiva, es algo que no se paga con nada. La radio no es nada más venir a hablar y decir tonterías, es una responsabilidad muy grande el poder hacer sentir bien a una persona.
¿Qué recuerdas que te haya pasado con un radioescucha que te haya impactado?
Una vez estaba en cabina y recibí una llamada de una muchacha, yo pensé que hablaba para ganarse unos boletos, pero me dice: “Señorita Lili, usted no está para saberlo ni yo para contárselo pero yo estaba apunto de tomarme las pastillas porque ya no quería saber más de este mundo. Soy madre soltera, tengo mucha depresión, pero hoy escuché tu risa y tu buen humor y me hiciste detenerme y pensarlo dos veces.
Ese día fue cuando di gracias porque ese tipo de cosas son mi pago al final del día, son el tipo de cosas que te hacen valorar tu trabajo.
