Otros 10 errores comunes de un disc-jockey de radio

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Tropecé de nuevo y con la misma piedra
En cuestión de amores nunca aprenderé
Yo, que había jurado no jugar con ella,
Tropecé de nuevo y con el mismo pie

Así cantaba Julio Iglesias en su éxito de 1982, y es muy triste que eso le haya sucedido, pero, ¿por qué le pasó? ¿Qué hizo mal?

En un artículo anterior comentaba que no todos somos perfectos y que, aunque llevemos años ejerciendo nuestra profesión, seguimos cometiendo errores. Y no importa. Al fin y al cabo, somos humanos.

Lo que no es muy profesional es cometer dos veces o más los mismos errores. Cuando los cometemos debemos aceptarlos con humildad pero, ante todo, aprender de ellos para no repetirlos.

Gracias a esos errores vamos aprendiendo y cogiendo experiencia a medida que pasa el tiempo. Pero, además, podemos aprender de los errores de los demás.

En este artículo le presento la segunda parte de los errores más comunes de un disc-jockey de radio:

1. No entregue demasiada información en una sola salida al aire

Los oyentes no se sientan a escuchar radio con papel y lápiz a la mano. Hable solo de uno o máximo 2 temas diferentes en cada salida. Además, ellos se distraen fácilmente. Al fin y al cabo, tienen otras tareas y ocupaciones diferentes a escuchar radio.

Además, recuerde que una investigación de Microsoft determinó que la capacidad de atención promedio de los humanos se había reducido a 8 segundos, más corta que la de un Goldfish.

Y algo muy importante: si da un número telefónico, la dirección de una web o de las redes sociales de su emisora o de un cliente, dígalos despacio y repítalos. Uno aprende mediante la repetición.

2. Diga las cosas de manera coloquial

Cuando usted le va a contar a una persona cercana que vio un accidente, seguramente no dirá: “el vehículo colisionó contra un transeúnte y las autoridades respondieron al llamado de un peatón”.

Igual, usted no le contará a su novia que “el cantante boricua Daddy Yankee, ganador de 6 premios Grammy Latinos e intérprete de éxitos tan importantes como “Gasolina”, “Limbo” y “Lo que pasó, pasó”, advirtió a sus fanáticos que su próxima producción discográfica bla, bla, bla…

Cuente sus historias con sus propias palabras, con lenguaje coloquial, tal como si le estuviera contando algo a su mejor amigo. Deje de lado términos recalentados de boletines de prensa.

Haga un pequeño esfuerzo, entienda de qué trata la información que va a entregar, y cuéntela con su propio estilo.

3. Recuerde que cada vez que usted abre el micrófono, siempre puede haber un nuevo oyente

Todo lo que diga debe tener sentido en sí mismo, como si fuera la primera vez que habla del tema. Y si definitivamente de lo que está hablando es la continuación de algo que ya había mencionado antes, contextualice.

Es bueno decir, por ejemplo: “¿Recuerda que ahora le hablaba del matrimonio secreto de Ed Sheeran? Eso no es nada: ahora nos enteramos también de que él había estado saliendo anteriormente con una cantante australiana…

Otro ejemplo: “Hoy, a lo largo de mi turno, le he venido presentando las canciones nominadas a los Premios Lo Nuestro, y ahora le voy a contar cómo fue que Maluma decidió hacer unas versiones en Salsa de algunos de sus más grandes éxitos junto al productor Sergio George en esa ceremonia…

4. Si viene una presentación pregrabada, no la anuncie con su voz

Ejemplo:

Locutor: “Y aquí viene un estreno…”
Promo grabada: “Y ahora, en Radio XXX, un estreno”.

No pierda tiempo ni se lo haga perder al oyente. Él está sintonizando su emisora para oír música. Si la presentación está grabada, ahórrese la locución. Si no, ¿para qué la grabaron?

5. Siempre sepa cómo termina la canción, jingle, etc.

De esta forma usted sabrá cómo despedir esa canción. ¿Termina ‘en seco’? ¿Termina en ‘fade-out’? Si termina en ‘fade-out’, ¿cuánto dura ese final? ¿Tiene tiempo de comentar algo de la emisora o dar alguna información sobre ese ‘fade-out’?

Es fácil aprenderse cómo empiezan y cómo terminan las canciones, los jingles y los elementos de producción de la emisora, pero cuando hay algo nuevo que usted no había oído, es importante que lo escuche antes de su emisión al aire.

6. Si su sistema de emisión cuenta con esta opción, ponga en conteo regresivo la duración de cada canción

Siempre tenga el temporizador de esta forma para saber cuánto tiempo queda de la canción, del jingle o del break comercial. Es increíble que haya operadores de audio y locutores que no tengan en cuenta esta recomendación y que hagan un bache simplemente por no estar atentos.

7. Siempre cierre el ‘fader’ después de que la canción haya terminado

La canción podría tener algo más grabado al final, o podría pegarse de otra canción. Si usted no cierra el ‘fader’, incluso podría repetirse la canción al aire.

Probablemente usted está muy ocupado atendiendo llamadas o revisando el Whatsapp y las redes de la emisora. De pronto, simplemente está acabando de producir la información que va a entregar, o lo peor, puede ser que está distraído conversando con alguien o mirando Instagram.

Recuerde que lo primero es el producto al aire, que debe ser impecable, sin silencios y con las canciones bien ‘empatadas’. Y esa es su responsabilidad.

8. Inicie su turno a tiempo

Si su turno o programa comienza a las 6 pm, entonces esté en el estudio a las 5:45 pm y prepárese para sentarse en la silla a las 5:55 pm.

No ingrese al estudio a las 5:59 p.m. y luego salga al aire a las 6:05 p.m. Esto no es profesional. Y, aunque usted no lo crea, todavía se ven muchos presentadores haciendo esto.

Recuerde que es muy probable que haya una promo o un sello anunciando su turno. Es posible que el locutor anterior ya haya prevenido a los oyentes de su llegada. No los defraude. Sea puntual. Ellos se lo agradecerán recordando a qué horas lo escucharon cuando les hagan la encuesta.

9. Termine su turno o programa a tiempo

Si su turno o su programa termina a las 8 p.m., comience a tocar su última canción a las 7:55 p.m. A continuación, salga del estudio lo antes posible. Deje que el próximo DJ se siente y se prepare para su turno.

No es justo que el siguiente presentador no tenga tiempo de acomodarse en su puesto y tener todo preparado para salir al aire. Seguramente a usted no le gusta que le hagan eso. Por lo tanto, no se lo haga a otra persona.

A menudo los disc-jockeys son absorbidos por sus turnos y terminan hablando hasta el minuto 58 de la hora, y al terminar de hablar, sueltan otra canción. Luego se levantan de la silla y empiezan a empacar lentamente sus pertenencias.

Esto le quita tiempo al siguiente locutor. Recuerde: pase su última canción al minuto 55 y salga del estudio para que entre la otra persona.

10. Haga que su turno sea técnicamente perfecto

Hay gente que realmente se preocupa por evitar errores; acomodan la música en el sistema de forma que no haya espacios muertos o en silencio. Revisan el break comercial y cuidan que no salgan 2 bancos o 2 restaurantes de comida rápida seguidos.

Están pendientes de los niveles de audio y chequean que la emisora esté sonando bien al aire. Si escuchan una canción o una cuña con mal sonido, lo reportan. Si hay un error en la pauta comercial, una cuña que se vencía el día de ayer, también lo reportan.

La gente no se da cuenta de si una emisora está bien producida. Simplemente le suena bien y se queda más tiempo. Pero si usted comete errores permanentes, el oyente sí se da cuenta y le molesta, y es posible que cambie de emisora para no volver.

La ñapa:

Un día un locutor presentó una canción y dejó el micrófono abierto. Sin darse cuenta se puso a conversar por teléfono con un amigo justo al pie del micrófono.

De pronto le dice: «Hablamos más tarde, güevón… ¡Mierda! ¡Dije ‘güevón’ al aire! ¡Ayjueputa! ¡Dije ‘mierda’!«

Bueno, esto realmente es un viejo chiste de radio, pero le podría pasar a cualquiera. Recuerde: cuando no esté hablando, mire la consola y asegúrese de que el micrófono esté apagado. Es muy fácil dejarlo encendido. Creo que a todos nos ha pasado alguna vez.

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