Así se descargaban videojuegos desde la radio

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Es probable que usted no lo recuerde, incluso que no lo sepa, pero en épocas anteriores, por allá en los años 60, 70 y 80, había tecnologías que permitían hacer cosas que hoy no se pueden hacer.

En 1969, el hombre llegó a la luna. Luego de 1972, nadie más lo ha hecho. Esa hazaña ha sido considerada uno de los más grandes logros de la humanidad, aunque muchos conspiradores, especialmente quienes no vivieron esa época, han tratado de decir que eso es falso.

Por esos días también comenzó a fabricarse el Jumbo 747, el avión de pasajeros más grande del mundo, que solo pudo ser superado en tamaño hace 15 años por el Airbus 380, que ha sido un fracaso y ahora no solo no se fabrica sino que se están recogiendo los existentes para chatarrizarlos.

En 1976 entró en servicio el Concorde, un avión comercial de pasajeros que tardaba 3 horas y media en viajar de Londres a Nueva York. Ese vuelo, hoy en día, dura el doble.

Y, sí, en los años 80 era posible descargar videojuegos a una grabadora de cassettes simplemente escuchando radio.

Aquí está la historia.

Si usted es “de la vieja guardia” y le gusta la música, probablemente grabó canciones desde su emisora favorita. Había que esperar a que sonara esa canción que tanto le gustaba, tener un cassette listo en la grabadora y rezar para que el locutor no hablara encima.

Gracias a la radio, la gente ha tenido la oportunidad de obtener de manera gratuita mucho más que sus canciones favoritas. Por ejemplo, y gracias a los concursos, los oyentes han ganado premios que van desde una simple calcomanía o un disco, hasta casas, carros y viajes por todo el mundo.

Pero muy probablemente, usted no sabía que hace muchos años, antes de la invención de los diskettes, los CD, los DVD, las memorias USB y la computación en la nube, la gente incluso podía descargar softwares y videojuegos… ¡a través de la radio!

Así es. La gente escuchaba su emisora preferida y podía descargar, a través de su receptor, videojuegos para usar en su computador. Increíble, ¿no?

En un artículo anterior llamado “12 hechos curiosos de la radio que usted, probablemente, no conocía”, hablaba precisamente de esta novedad tecnológica que solo estuvo disponible hasta mediados de los años 80.

¿Por qué sólo hasta esa época? ¿Hoy en día no es posible?

Imagínese esta escena:

Es un lunes por la noche en Bristol, Inglaterra, en julio de 1983. Su papá y su mamá están mirando “Los Ángeles de Charly” en la televisión. Mientras tanto, usted está en su cuarto, haciendo supuestamente las tareas del colegio.

Lo que sus padres no saben es que usted realmente está sentado junto a su grabadora de cassettes, con los dedos sobre los botones “Rec” y “Play”.

Listos para grabar…

Y entonces la adrenalina recorre su cuerpo cuando la voz de uno de sus disc-jockeys favoritos anuncia: «Y ahora, el momento que todos estaban esperando…»

Suena el clic de los botones de grabación y, en vez de comenzar a sonar una canción, se escuchan uno extraños pitos, crujidos y chillidos metálicos, parecidos a los que hicieran, años más tarde, los fax y los módems de internet por teléfono…

De esta forma, usted estaría escuchando el programa “Datarama” en Radio West y participaría en el primer intento en el Reino Unido de enviar un programa de computador a través de la radio local.

Debemos recordar que los primeros softwares y programas informáticos para computadores caseros se vendían en cassettes similares a los de audio. Sí, además de usarlos para guardar canciones, los cassettes también se usaban como almacenamiento, tal como hoy se usan los discos duros o las memorias USB.

Y es probable que muchos jóvenes, en su afán de experimentar, hayan intentado escuchar uno de esos cassettes en sus grabadoras, descubriendo que solo se oían ruidos extraños.

Joe Tozer, el presentador de “Datarama”, recuerda en una entrevista cómo comenzó todo: «Creo que fue solo uno de esos momentos ‘¡ping!’ en el que te das cuenta de que un programa casero de computador es simplemente una señal de audio en un cassette, así que ¿por qué no transmitirlo al aire? Simplemente me pareció una idea genial«.

Tozer fue uno de los primeros en adoptar la computación casera, ya que había programado computadoras 6502 Tangerine, ZX80 y BBC desde alrededor de 1979, y había estado trabajando en Radio West, con sede en Bristol, desde 1981.

La emisora, en sus primeros días, estaba muy interesada en transmitir contenidos de nicho en horarios de baja audiencia”, dice Tozer, “y junto a Tim Lyons, el ingeniero jefe, hicimos un programa semanal de computación para el hogar”.

“Lo único que íbamos a transmitir sería software de videojuegos usando el sistema de almacenamiento de cassettes que tenía la emisora en ese momento«.

Así nació ese programa de radio, pero no fue sino hasta julio de 1983 cuando transmitieron el cuarto episodio, que los presentadores finalmente recibieron el permiso de la Autoridad de Radiodifusión Independiente para transmitir datos de computación por radio.

Ahora faltaba decidir cuál sería el software con el que iban a iniciar esta serie de descargas.

Lo primero que se les ocurrió fue transmitir una imagen fotográfica de Cheryl Ladd, la estrella de “Los Ángeles de Charly”, tomada de una edición de 1975 del diario Evening Standard.

Tozer recuerda claramente el momento en que el rostro de Cheryl Ladd estaba siendo transmitido por radio a todo el sector occidental de Inglaterra:

«Esa fue una noche muy emocionante. Yo mismo había escrito el código gráfico de Cheryl Ladd, ya que era pequeño y podía codificarse fácilmente tanto para las computadoras marca BBC como para los micros ZX81, y era realmente sorprendente que las imágenes pudieran ser transmitidas por radio”.

Creo que habíamos realizado un par de transmisiones de prueba, sin anunciarlas, justo antes de apagar la emisora a principios de semana, y sorprendentemente encontramos que en AM funcionaban mejor que en FM”.

La noche en que salió ese programa grabado todo funcionó perfectamente y, de repente, allí estaba ella en la pantalla: Cheryl Ladd, en una gloriosa imagen de 40×80 pixeles al estilo teletexto en blanco y negro«.

A la izquierda, la imagen transmitida de Cheryl Ladd. A la derecha, la Cheryl Ladd real.

Sorprendentemente, para enviar el programa lo único que hubo que hacer fue apretar el botón de “Play” en el reproductor de cassettes de la emisora.

«Para ser honesto, todo fue bastante sencillo», dice Tozer. «Las velocidades de transferencia de datos en cassette en ese momento eran muy bajas, quizás unos cientos de bits por segundo, así que simplemente funcionó«.

A los oyentes les encantó, y muy pronto Tozer y Lyons estaban transmitiendo todo tipo de programas que habían escrito para el programa, incluyendo unos minijuegos y una aplicación que traducía las palabras del teclado al código Morse.

Inicialmente solo enviaron programas para BBC Micro y ZX81, pero más tarde ampliaron las posibilidades para poder incluir computadores Commodore, Dragon, micros basados ​​en FORTH y «prácticamente todo lo que existía en ese momento«.

Computador casero ZX81

Sin que Tozer y Lyons lo supieran, en Worcester, a unos pocos kilómetros de Bristol, un hombre llamado Simon N. Goodwin también estaba experimentando con la transmisión de programas de computadora a través de la radio.

Goodwin había estado programando videojuegos y escribiendo artículos para revistas de computación casera desde 1979, y en 1983 su juego Spectrum Gold Mine acababa de entrar al Top 20 de videojuegos.

También fue copresentador del programa “Computer Club” en Radio Wyvern, y en diciembre de 1983 creó el código de una tarjeta de navidad animada en BASIC para enviárselas a sus oyentes.

La tarjeta se envió en dos versiones, una para el Sinclair Spectrum y otra para el Tandy TRS-80, ambas completas con música y renos. Pero, ¿podrían los oyentes descargarlo?

«Funcionó para algunas personas«, dice Goodwin, «pero no todos los que lo intentaron tuvieron éxito, especialmente con la versión TRS-80, que era un formato relativamente propenso a errores”.

A diferencia de Tozer y Lyons, Goodwin descubrió que, como era de esperarse con un mayor ancho de banda, los oyentes tuvieron más éxito al descargar sus programas desde una emisora de FM que de una de AM.

A Goodwin se le ocurrió la idea de transmitir su tarjeta de navidad después de leer un artículo en la revista Personal Computer World a principios de ese año en el que se hablaba de una emisora de radio holandesa que transmitía el texto de programas ASCII.

Sin embargo, resulta que los holandeses estaban transmitiendo programas informáticos mucho antes de 1983: el programa de radio nacional “Hobbyscoop” había estaba enviando programas de computador en código a través de las ondas electromagnéticas desde 1980.

De hecho, “Hobbyscoop” transmitió programas a lo largo de la década de 1980, y los creadores del programa incluso idearon una forma de evitar transmitir el mismo software varias veces en versiones compatibles para cada computadora doméstica.

La solución fue el formato BASICODE, que se podía descargar en cualquier computadora doméstica que ejecutara BASIC, siempre que el usuario ejecutara primero un programa de traducción.

El Reino Unido y los Países Bajos no fueron los únicos países que disfrutaron de la emoción de descargar software desde la radio: de hecho, la moda se extendió por toda Europa.

En Finlandia, Kai R. Lehtonen se inspiró en las transmisiones holandesas e intentó hacer algo similar en la estación de radio pública YLE, y en 1985 su equipo logró transmitir un programa que se descargó a 600 kilómetros de distancia de esa emisora.

Quizás algunos de los primeros descargadores más entusiastas se encontraban en Serbia, que por esa época hacía parte de Yugoslavia.

El editor de la revista informática Galaksija se acercó a Zoran Modli, presentador del programa “Ventilator 202” de Radio Belgrado con la idea de enviar un programa Spectrum por las ondas hertzianas.

Zoran recuerda cómo fue haber transmitido el software por primera vez: “Tanto mis compañeros de la emisora como yo estábamos muy emocionados. Tenía que informarles a los técnicos de Radio Belgrado que estaban de servicio en transmisores que durante los siguientes minutos solo se escucharían silbidos y gruñidos”.

Para darse cuenta de cómo se escuchaba la transmisión al aire del videojuego, dé clic en este enlace que muestra los sonidos de una computadora Sinclair Spectrum cargando el programa: https://www.youtube.com/watch?v=MZYuGUCrkoU

“Los ingenieros estaban totalmente confundidos y se preguntaban: «¿Qué está haciendo este loco?» Pero quienes escucharon y entendieron de qué se trataba nos contactaron por teléfono para decirnos que habían descargado el programa con éxito en sus computadores«.

De 1983 a 1986, Modli transmitió alrededor de 150 programas de computador, la mayoría de los cuales fueron enviados por sus oyentes más fieles. Había programas para cálculos matemáticos, programas educativos cortos, mini-enciclopedias, juegos simples e incluso un simulador de vuelo.

Las transmisiones se volvieron tan populares que incluso National TV Belgrade habló de ellas en su programa «Sunday Afternoon«, por lo que durante dos meses, cada fin de semana, los espectadores disfrutaron de ese inconfundible ruido de chillidos y crujidos típicos de las conexiones telefónicas de fax e internet.

Como todo, ante el avance de la tecnología y la llegada de los disquetes, se acabó esa moda de transmitir softwares a través de las emisoras de radio.

Con la llegada de las computadoras domésticas de 16 bits a finales de los años 80, el almacenamiento de cassettes de audio se convirtió en una cosa del pasado, y algo curioso: no fue sino hasta la llegada generalizada de Wi-Fi en el siglo XXI que la descarga inalámbrica pudo lograrse de nuevo.

Conclusión

Pero si usted está pensando en revivir esa idea, tenga en cuenta que incluso aunque los casetes de audio resurgieran de alguna manera como dispositivos de almacenamiento, los juegos modernos son tan gigantescos que se necesitaría mucho más que un par de minutos para transmitirlos.

Por ejemplo, si intentáramos transmitir un videojuego como “Grid” para PS3, Windows o Xbox 360 en formato de cassette para ser jugado en una computadora casera TRS-80 de esa época, se necesitarían  alrededor de cuatro años continuos de transmisión al aire para descargarlo.

¿Se imagina una emisora transmitiendo 24 horas al día, durante 4 años, esos chillidos, graznidos y sonidos extraños?

Nota: este artículo está basado en uno escrito por Lewis Packwood en el portal Kotaku.co.uk

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