Mucho toque-toque y de aquello, nada

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Uno de los narradores de fútbol más escuchados en Colombia ha sido William Vinasco, quien impuso dichos como “La bola va rodando y el tiempo va pasando…”, “¡No me diga más!”, “Qué bueno que están con nosotros”, «Aquí estoy narrando futbol, una de las dos cosas que más me gusta hacer en la vida» y “Esta noche que no me esperen en la casa”.

Y una de esas frases que hizo historia era “Mucho toque-toque y de aquello, nada”, en la época en la que la Selección Colombia de fútbol era dirigida por Francisco Maturana y se caracterizaba, entre otras cosas, por su juego lleno de toques pero, muchas veces, ausente de goles.

Y es que aunque al público le gusta ver jugadas bonitas, pases precisos, grandes jugadas individuales, atajadas impresionantes, finalmente lo que más le interesa es que su equipo gane, que haga anotaciones y que, ojalá, gane por goleada.

Porque, como cantaba el grupo de Los Alfa 8 en 1994, “La pasión del fútbol es el gol”.

No hay nada peor que ver un equipo de fútbol que no sabe qué hacer con la bola. El arquero hace el saque y los jugadores se quedan en la mitad de la cancha haciendo un “peloteo insulso”, como decía el gran narrador Pastor Londoño, sin ser capaces de llegar al arco contrario.

Bueno, pues esto es lo mismo que sucede en muchos de los programas de radio, especialmente en los Morning Shows’.

Seguramente tienen un gran conductor, los comediantes y humoristas más reconocidos, pero al momento de salir al aire no saben para dónde van. No saben cómo empezar y, lo que es peor, no saben cómo van a terminar su rutina.

Es decir, «mucho toque-toque y de aquello, nada«…

Y debo reconocer que esto era lo que nos pasaba a menudo en programas como “Despiértese con Veracruz” de Veracruz Estéreo de Medellín, “El zoológico de la mañana” de la Superestación de Bogotá y “La locomotora” de Radioactiva a nivel nacional.

Poníamos a uno de los humoristas a que dijera sus frases favoritas, a que contara un chiste o a que hiciera una historia que no tenía un fin definido. Luego luchábamos por ir llevando el contenido a algún punto gracioso y depender de quien manejaba la consola para soltar unas carcajadas pregrabadas, una promo o una canción cuando se alcanzaba un punto alto.

Muchas veces no había nada gracioso para terminar la historia… y todo el esfuerzo se perdía. En pocas palabras, y parafraseando a William Vinasco, había “mucho toque-toque y de aquello, nada”.

Probablemente, y para no ser muy duro con la autocrítica, eso se debía a que apenas estábamos inventando este tipo de programas. No sabíamos cómo hacerlos. Nadie nos guiaba. Éramos empíricos, aprendiendo a punta de prueba y error.

Pero hoy en día nadie tiene la disculpa para no preparar un programa de radio, teniendo en cuenta la cantidad de artículos que se han escrito al respecto, a la cantidad de material que se puede conseguir en las redes y al profesionalismo que debería caracterizar a quienes los hacen.

Es que desde esos programas pioneros hasta nuestros días han pasado más de 30 años, y muchos siguen cometiendo los mismos errores por pereza, por creer que con el talento basta, por suponer que en algún momento, uno de los integrantes del  programa va a salvar la situación.

Afortunadamente existen algunas pautas que no solo pueden ayudar a mejorar sus habilidades de comunicación, sino que también refinarán y enfocarán cada programa de radio. Lo importante es entender cómo construir un segmento de manera efectiva.

5 pasos de narración definidos por Tracy Johnson

En uno de sus artículos, el consultor de radio estadounidense Tracy Johnson nos explica cuáles son las partes principales de una historia bien contada y las nombra así: el enganche, la trama, el vestido, la recompensa y el cierre total.

Así es como trabajan juntos:

Paso 1: El enganche

Una revista llama la atención por el titular que pone en su portada. Un enganche debe cumplir la misma función. En las portadas de las revistas, el titular está diseñado para que pueda pasar directamente a la página 23. El enganche en un programa de radio busca captar el interés de la audiencia.

Para hacerlo de manera efectiva, usted tiene que hacerlo de forma personal, relevante y rápida. No hay tiempo que perder. Usted solo tiene 7 segundos para enganchar y atrapar al oyente. Ese enganche debe anticipar la trama de la historia que va a contar.

El enganche es probablemente la parte más importante de su historia. Si usted no capta la atención en la introducción, los oyentes se habrán ido y no disfrutarán la mejor parte de la historia.

Paso 2: La trama

Siguiendo con el ejemplo de la revista, la trama es el primer párrafo de la historia. Una vez que llegue a la página 23, la trama es lo que lo invita a leer el resto del artículo.

La trama de su programa de radio debe sugerir de qué trata la historia y enmarcar el resto de los detalles que conducen a la audiencia a profundizar en su contenido.

Este segundo paso de la narración es realmente el primer paso hacia la recompensa.

Aquí es donde se desarrolla el tema para que los oyentes entiendan a dónde va el segmento. En la trama, su historia se vuelve personal. Aquí es donde usted presenta a un personaje principal y el conflicto que enfrenta.

Una buena trama sugiere drama. Piense en ella como en un puente que va desde esa línea de apertura hacia los giros y vueltas que generan interés, hasta la conclusión, que debe ser emocionante.

Una trama debe tener suficientes detalles para mantener el interés y avanzar en la historia. En la mayoría de los casos, una historia personal funciona mejor desde la trama, particularmente si la idea es invitar a que los oyentes participen más adelante.

Paso 3: El vestido

En este paso el segmento ya se va acercando a la recompensa. Esta etapa es el momento más peligroso de la historia. Es importante agregarle color e interés mientras se mantiene la expectativa.

Aquí es donde usted se preguntará qué es lo que debe hacer para embellecer, exagerar y mejorar el contenido.

En la fase del vestido, añada detalles y color. Piense en cómo cada elemento mueve la historia por el camino hacia la recompensa. Pero tenga cuidado: los detalles incorrectos pueden ser una distracción.

Los desvíos y los callejones sin salida a menudo suceden porque quienes participan no son capaces de planificar cómo van a salir de esta etapa.

Paso 4: La recompensa

Hay dos elementos críticos del proceso. El primero es el punto de entrada (enganche). El segundo es la salida. Cada segmento debe tener una meta. Si usted no sabe a dónde va, ¿cómo sabrá que llegó?

La recompensa es el siguiente paso más importante.

Antes de que comience una historia, planifique el resultado. De hecho, aquí es donde debe enfocarse la mayor parte del tiempo de preparación de su programa. ¿Cómo terminará el segmento? Es mucho más fácil actuar espontáneamente si usted sabea hacia dónde va esa historia.

Un buen equipo de fútbol tiene un objetivo claro: el portero hará el saque para colocar la pelota en los pies de alguien que pueda pasarla a un delantero y meter un gol. Para eso están jugando.

Eso sí: no todas las secciones tienen que tener un chiste al final. No es necesario que tengan un golpe de gracia. Lo que sí es clave es saber dónde termina su segmento, que haya una dirección y un plan para llegar a él de manera eficiente.

Paso 5: El cierre total

Cuando un segmento o sección de un programa de radio se acaba, realmente se acaba.

Muchos buenos segmentos o secciones se arruinan cuando, en vez de terminar donde se había planeado, el conductor o los integrantes quieren buscar un chiste o un comentario más. Ese chiste adicional o una llamada telefónica más pueden matar lo que había salido bien.

Es igual a cuando un futbolista dribla 3 a jugadores en el medio campo y, en lugar de ir a meter el gol o pasar la pelota, se queda con ella tratando de hacer una jugada más y el balón se le va a la banda lateral.

Siempre es mejor encontrar al final una salida, que esperar a ver si le sale un complemento o un adorno que no hacía falta.

Conclusión

Estos pasos aplican particularmente para segmentos de humor, pero también aplican para cualquier sección en un programa o incluso en un turno habitual.

Recuerde los 5 pasos:

  1. Enganche al oyente con algo interesante, curioso o divertido que llame su atención.
  2. Cuéntele el fondo de la historia.
  3. Adórnela de forma que pueda ubicarse dentro de ella.
  4. Llegue al final con algo llamativo, sorprendente o muy chistoso y
  5. Apenas termine, salga de la sección. No se enrede en comentarios que pueden hacer perder el clímax.

Esta estructura de contar historias es un elemento fundamental en el ejercicio de la radio. Use los 5 pasos descritos arriba para hacer una mejor preparación del material de su programa. Seguramente se sorprenderá de la reacción de su audiencia.

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