Recordamos al gran mentor de Veracruz Estéreo a 35 años de su lanzamiento.

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Este es un homenaje a un gran estratega de medios, motor del éxito de Veracruz Estéreo, Medellín.

El 1º de junio de 1984, Radio Musical, que ocupaba la frecuencia 1.470 kHz en A.M., pasó al F.M. y se convirtió en Todelar Estéreo de Medellín.

El día anterior, uno de sus empleados nos pasó el chisme y casi nos infartamos. Eran nuestros principales competidores y sabíamos que al pasar a la banda de FM nos iban a acabar.

Yo trabajaba en Radio Disco ZH, una emisora de A.M., junto a Donnie Miranda, Carlos Alberto Ríos y John Jairo Muñoz, e inmediatamente comenzamos a buscar cómo solucionar ese grave problema.

Las directivas del Sistema Colibrí, dueños de Radio Disco ZH, no quisieron entregarnos su frecuencia de Colibrí Estéreo. Era su joya más preciada, a pesar de que nosotros teníamos más audiencia y cada día crecíamos más.

Ellos no alcanzaron a dilucidar lo que vendría más adelante.

La noticia del cambio de Radio Musical dio mucho de qué hablar. Una de las personas que me llamó fue Ricky Betancur, reconocido caricaturista, quien aprovechó la noticia para contarme que, casualmente, había sido contactado por la gente de Veracruz Estéreo para cambiar su programación hacia una propuesta más joven.

Mi hermano Iván Darío era publicista, colega y gran amigo de Christian Betancur, hermano de Ricky, y con él averiguó que esta emisora, que por esos días pasaba baladas en español y los fines de semana arriesgaba con boleros, salsa y música tropical, iba a ser manejada por un señor llamado Alberto Vásquez.

Alberto Vásquez

Alberto es un publicista, mercadólogo y negociante muy sagaz. Luego de haber gerenciado varias empresas encontró que Veracruz Estéreo estaba rumbo a la quiebra. Sus dueños, Hernán Vélez y Édison Rodríguez, no habían logrado comercializar esa emisora luego de un año de haber sido lanzada. Alberto ingresó como socio y gerente.

Mi hermano conocía a Alberto. Había trabajado con él y los unía una gran amistad. Entonces le pedí que me consiguiera una cita con Alberto, y al otro día ya estábamos hablando con él.

Llegamos los 4 –John Jairo, Carlos Alberto, Donnie y yo- y el saludo de él, con una sonrisa maliciosa, fue: “Hola, muchachos. Voy a competir contra ustedes y voy a acabar con su emisora”.

Entonces le dijimos que, por el contrario, nosotros queríamos venir a trabajar con él, por si de pronto había alguna oportunidad. Él se levantó de la silla y nos dijo que no lo podía creer, y que quería que empezáramos lo más pronto posible.

Alberto, en esa reunión, nos sacó una serie de investigaciones que había realizado y nos mostró los resultados de audiencia publicados por Invamer.

Por primera vez vimos a alguien que no le interesaba saber cuál era la emisora número uno de la ciudad sino cuál era la de mayor audiencia en un segmento específico.

De esta forma nos mostró que lo que hacíamos en Radio Disco ZH nos ubicaba en el número 1 entre los jóvenes de clases media y alta, y que entre ese público había una gran oportunidad comercial, puesto que las demás emisoras le hablaban al público general.

Veracruz se enfocaría a ese target.

Por primera vez oí la palabra “segmentación de audiencias”.

No había pasado ni una semana cuando ya teníamos la posibilidad de pasarnos a la banda de F.M. y no dejarnos apabullar por la competencia.

Inmediatamente presentamos la renuncia al Sistema Colibrí y comenzamos a trabajar en la programación y la producción de Veracruz.

Por tener que arrancar de ceros, Alberto me mandó a Miami a comprar la música con la que íbamos a comenzar. Me fui a un par de tiendas de discos y compré el Top 100 de esa semana según Billboard.

Comenzamos a trabajar el 1º de julio. Montamos las promos de lanzamiento, etiquetamos e inventariamos los discos, complementamos la fonoteca con nuestros propios discos, cambiamos el diseño de la mesa y la ubicación de los equipos, y el 4 de julio de 1984, hace 35 años, a las 6 de la mañana, lanzamos oficialmente la emisora.

Carlos Alberto Ríos, que quedaría con el turno de la mañana –como lo había venido haciendo desde La Voz del Cine- se preguntó que cuál debería ser la primera canción en sonar al aire. Pensó que debería ser una canción obvia, que tuviera sentido. De esta forma, a las 6 de la mañana del 4 de julio, Carlos Alberto puso la “Canción lógica” (“Logical Song”) de Supertamp.

Dando clic en este enlace pueden escuchar el momento preciso en el que se hizo el cambio de programación: https://soundcloud.com/titolopez-2/lanzamiento-veracruz-estereo-4-de-julio-de-1984

Inmediatamente comenzaron a sonar los éxitos en inglés que acababa de traer de Estados Unidos. Para tener una idea de lo que sonaba, aquí está el listado de Billboard correspondiente al 30 de junio de 1984: https://www.billboard.com/charts/hot-100/1984-06-30

De esta forma, sólo un mes después del lanzamiento de Todelar Estéreo, ya estábamos de nuevo en la competencia por la audiencia… y esa competencia la ganamos con creces.

Alberto Vásquez continuó apoyándonos con ideas y con investigación de mercados. Por ejemplo, ideó unas encuestas en los colegios para conocer el gusto de los jóvenes a quienes les estábamos hablando.

De esta forma pudimos conocer de primera mano cuáles eran sus hábitos de consumo, las marcas preferidas en ropa y calzado, sitios de moda, restaurantes de comida rápida, lugares de vacaciones, manejo del tiempo libre… toda una información detallada que nos permitió conectarnos de manera sólida con el público joven de Medellín.

Sobra decir que esas encuestas también las usaba para vender publicidad. Si la marca del cliente era de las preferidas por los jóvenes, cómo no iba a anunciar en la emisora. Pero si esa marca no aparecía en el listado, esa era la oportunidad de darse a conocer en Veracruz…

Al poco tiempo de estar al aire, Alberto se dio cuenta de que a una emisora independiente le quedaba muy difícil competir comercialmente contra las grandes cadenas, como Caracol, Todelar y RCN, que ofrecen paquetes, grandes descuentos y bonifican cuñas en sus propias emisoras de otros formatos.

Entonces surgió una idea: luego de ver cómo Carlos Alberto Acosta, quien nos reemplazó en Radio Disco ZH, publicaba cada semana unos pequeños panfletos con los éxitos del momento y la letra de alguna canción para repartirlos en tiendas de discos, bares y otros sitios, se nos ocurrió que podíamos hacer algo parecido pero en un periódico de gran circulación.

Alberto era muy amigo de Darío Arismendi, que en esa época era el director de El Mundo, y así comenzamos a publicar cada semana “La movida”, una página de música en la que publicábamos noticias de los cantantes, letras de canciones, biografías y listados de éxitos.

Esa alianza cumplía dos objetivos, manejados por Alberto: el primero y más obvio, mostrar y promover la marca. Pero el segundo era más estratégico: la idea era buscar la posibilidad de ofrecer paquetes comerciales en los que los clientes compraban publicidad en la página y sonaban además en la emisora (o viceversa).

Como parte de la alianza con El Mundo, también ideamos la realización de un gran concurso para descubrir nuevos talentos. Así nos inventamos ‘La batalla de las bandas’.

La idea inicial era abrirles las puertas a artistas locales para pasar su música en la emisora. Sin embargo, y con toda la razón, Alberto nos explicó que nosotros sabíamos de radio pero no de organizar conciertos, así que recurrimos a la empresa J.I.V. Ltda. para que montara el evento.

J.I.V. organizó un concurso de rockeros, que no tenía nada que ver con la emisora. Al final, lo que parecía una buena idea terminó convirtiéndose en un despelote fenomenal. Como su nombre lo indicaba, el concurso terminó volviéndose una verdadera batalla campal entre los fanáticos de los grupos que allí participaron.

Boleto de entrada para la «Batalla de las Bandas»

A pesar del fracaso del evento, esta fue una buena oportunidad para llegar a oyentes de estratos económicos más populares, y comenzamos así a tener programas especializados, entre ellos “El templo del rock” y “La fórmula anti-caspa”.

El diario El Mundo, que había sido lanzado con mucho éxito en abril de 1979, no alcanzó los resultados esperados y comenzó a perder lecturabilidad. Entonces Alberto Vásquez logró un acuerdo con el periódico El Colombiano, que tenía índices de circulación mucho mayores, para publicar allí nuestra página musical. Así nació, en abril de 1986, la página “Que nota”.

Alberto seguía insistiendo en que la nueva tendencia en mercadeo, a mediados de los años 80, era la multimedia. Y bajo ese concepto, en 1987 tomamos en arriendo la emisora Súper Estéreo.

Alberto seguía empeñado en conformar un conglomerado de medios para poder competir contra las grandes cadenas de radio. La idea de esta nueva emisora era la de hacer algo similar a Veracruz pero con Pop en español. Así nació Súper Estéreo de Veracruz, dirigida por Donnie Miranda.

Para ello envió a Donnie a Ciudad de México, con el fin de conocer de primera mano la actualidad musical de este género, establecer contacto con las disqueras y artistas, e importar la música que no sonaba en Colombia.

Ahora teníamos 2 emisoras. Una de ellas, Veracruz, era la número 1 de la ciudad, y El Colombiano era el diario de mayor circulación en Antioquia, pero Alberto quería llegar también a la televisión.

La oportunidad se presentó cuando El Colombiano se ganó en licitación unos espacios de programación en Teleantioquia, el canal regional que había sido lanzado en agosto de 1985.

De esta forma, en enero de 1987 lanzamos el programa de videos ‘La música de Veracruz’, una alianza entre la emisora y El Colombianos Televisión, que se transmitía los domingos a las 8 de la noche, enfrentado a las noticias.

Sin cable, internet y con solo 2 canales nacionales, ese programa de televisión consiguió altos índices de audiencia, ya que los jóvenes obligaban a sus padres a cambiar de canal para ver las novedades musicales en lugar de noticias.

Continuando con su idea original, se quería vender publicidad en paquete para los 3 medios: radio, prensa y televisión. De esta forma se ampliaba el portafolio comercial de la emisora y se podía competir contra las grandes cadenas de radio desde el punto de vista comercial.

Al cabo de un año, la Cadena Súper no renovó el contrato de arriendo de su frecuencia, y Súper Estéreo de Veracruz se acabó. Fernando Pava montó allí La Súper Estación para competirnos directamente.

Para ello contrató un gran equipo conformado por Carlos Alberto Acosta, Vicky Trujillo y Jairo Álvarez, entre otros, y con ellos encontró una fórmula ganadora para atacarnos: el rock en español.

Esa emisora comenzó a crecer a pasos agigantados y nosotros, apegados y defensores acérrimos de la música en inglés, comenzamos a pensar cómo atajar ese impulso, antes de que nos fueran a quitar el pimer lugar del que habíamos disfrutado durante 3 o 4 años.

Mientras tanto, Alberto se presentó en la licitación para la televisión por cable, que aunque ya existía en Bogotá era una verdadera novedad en Medellín. Y la ganó. Así nació Veracruz TV Cable.

Su idea era montar un canal de videos musicales similar a MTV, en el cual los mismos video-jockeys se encargaban de operar las cámaras y el audio, y presentar en vivo los videos musicales.

Nosotros estábamos muy ocupados al frente de Veracruz Estéreo defendiéndonos de los embates de la Súper Estación, y Alberto nos preguntó que a quién poníamos al frente de del canal de videos.

Mi respuesta fue clara: llamábamos a Carlos Alberto Acosta, comunicador social, con toda su experiencia de radio y buen gusto por la música. De esta forma desbaratábamos a la Súper Estación y conseguíamos un gran talento para la empresa.

Así mismo nos traíamos a Vicky Trujillo, «la Supersónica», que era la cara más reconocida del movimiento del rock en español, para que validara la inclusión de este género en la emisora, pensando en que si nosotros poníamos esa música nadie nos iba a creer.

De esta forma se conformó un conglomerado multimedia que incluía radio, prensa, televisión abierta y televisión por cable.

Alberto Vásquez nos patrocinó todas las ideas locas que se nos ocurrían: compramos una gigantesca antena parabólica para conseguir información de primera mano y bajar videos musicales para nuestros programas de televisión.

Contrató a un experto en software para que, bajo mis instrucciones, creáramos nuestro propio sistema de programación musical, que fue copiado después en Bogotá por la Súper Estación.

En 1988 nos patrocinó un viaje a la feria de la NAB (National Association of Broadcasters), donde compramos librerías de producción y el software de programación Selector, siendo los primeros en usarlo en Latinoamérica.

Como estas, fueron muchas más las ideas, estrategias e innovaciones que nos permitieron armar un equipo ganador, en una emisora que, sin temor a sonar arrogante, sentó muchas de las bases de la radio musical que hoy se hace en Colombia.

No me cabe duda de que si Alberto hubiera seguido al frente de Veracruz, seguramente hubiera sido uno de los pioneros del uso de internet, plataformas de streaming y manejo de redes sociales.

Años más tarde, Alberto vendió sus acciones en Veracruz y se dedicó a otros negocios, pero no olvidó la radio.

Se asoció con Kokorico para montar la emisora Diners Internacional en Bogotá (Zipaquirá) y Medellín (Guarne), un concepto muy novedoso y exclusivo, con música selecta en inglés.

Además compró la frecuencia 89.9 de Medellín y un tiempo después arrendó esas frecuencias, primero a Caracol y más tarde a RCN.

Hoy, al celebrar los 35 años del lanzamiento de Veracruz Estéreo, he querido rendir así un pequeño homenaje a una persona que pasó inadvertida para el público, pero que fue el gran motor que nos llevó a ser una emisora legendaria en Medellín.

La radio de hoy necesita más gente como el gran Alberto Vásquez.

 

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