Apreciado señor gerente: quiero que sepa algunas cositas

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Esta es una carta abierta a todos los gerentes y directivas de emisoras.

Yo no estudié radio. No tuve una educación formal en comunicaciones. Todo lo que he aprendido de la radio ha sido en forma empírica, a punta de prueba y error. Pero también lo he hecho leyendo. Leyendo mucho acerca de la radio.

Artículos en revistas, blogs, portales especializados, libros, investigaciones, conferencias. Todo lo que llega a mis manos y tiene que ver con radio, lo leo y aprendo. Y si las lecturas no llegan a mí, las busco. Para eso está Google.

Y hoy quiero compartir con ustedes un artículo que Gary Berkowitz, un importante consultor de radio estadounidense, escribió para la revista Radio Ink. Es una carta abierta a los gerentes, para que entiendan más de cerca las necesidades de un director de emisora.

No importa que usted no lo sea. De pronto usted apenas está comenzando, o lleva muchos años como locutor o programador. De pronto trabaja en otra área de la emisora, pero lo invito a que lea el mensaje.

Y, obviamente, invito a las directivas de las empresas de radio a que también lo lean. Aquí está “la carta”:

Apreciado señor gerente:

  • Los directores de emisora también necesitamos refuerzo positivo.

Como la mayoría de los gerentes generales provienen del área comercial, a veces nos tratan de una manera diferente. Por si aún no se ha dado cuenta, un director de emisora puede ser una combinación extraña de sensibilidad, paranoia y arte.

Sí: a veces, no somos fáciles de manejar, pero para eso usted está ahí. Por favor, dígame si hice algo bien o que haya llamado su atención. Positivo o negativo, necesito saber que usted está escuchando y prestando atención.

  • Por favor, tenga en cuenta esto: entiendo que somos una empresa y entiendo cómo es que generamos ingresos.

Al mismo tiempo, tenga en cuenta que la queja número uno que recibo de los oyentes no es sobre la música. Es que ponemos demasiados comerciales.

Si vamos a dañar nuestro trabajo con demasiadas cuñas, no se queje después, cuando salgan los resultados de audiencia y vea que no nos fue bien. Puede que tenga que sacarle en cara cuando usted dijo: «Tenemos que meter otras cuñas. Nadie se dará cuenta«. Créame: los oyentes sí se dan cuenta.

  • Cuando camine por el edificio, trate de tener una sonrisa en su cara.

A pesar de que las cosas no siempre son perfectas, es importante para todos ver que usted se siente bien y, lo más importante, se ve confiado. Usted es quien crea el ambiente en la oficina. Si en los medios de comunicación están hablando de nuestra emisora (bien o mal), manéjelo. A nosotros tampoco nos gustan los chismes.

  • Cuando usted me cuenta lo que piensan su esposa y sus amigos, pierde credibilidad conmigo.

Me encanta tener retroalimentación, pero basarse en lo que piensan su esposa y sus amigos me hace perder credibilidad ante usted.

  • Déjeme ayudarlo con las promociones. Esa es mi especialidad. 

Odio cuando un ejecutivo de ventas nos trata de meter a la fuerza una promoción (que además ya está aprobada por usted). Invíteme a la discusión antes de hacer la presentación y, lo más importante, antes de comprometernos a hacerla.

En la mayoría de los casos podremos ofrecer mejores ideas que funcionen tanto para el cliente como para la emisora. Me gusta hacer la propuesta con los vendedores. Soy yo quien sabe dónde y cómo encajará mejor esa promoción o evento con nuestra imagen de marca.

  • Lo más importante que usted puede hacer por mí es comunicarme lo que está sucediendo.

Sea honesto, especialmente cuando las cosas no van bien. Me siento mejor cuando estoy enterado.

  • El cambio es inevitable.

Todo el mundo en el área de producción lo sabe. ¿Podría usted ser el primer gerente en permitirle a su locutor que se despida de sus oyentes cuando llegue el momento?

¿Por qué cuando un presentador de televisión se va, lo anuncia, pero cuando el que se va es un locutor, simplemente desaparece del aire? A los oyentes no les gusta eso.

Soy consciente de que hay algunas circunstancias en las que no podemos permitir que un talento diga algo, pero muchas veces un adiós rápido sería bueno para nuestra audiencia.

Siempre estamos tratando de construir una relación con los oyentes, pero luego, al final, su DJ favorito simplemente desaparece. Confíe en que yo sabré en quién puedo confiar para permitirle salir de una manera positiva y despedirse de la audiencia.

  • ¿Podría esperar hasta que termine mi turno?

Yo sé que usted tiene fechas límite para entregar algo, pero discutir algo conmigo cuando estoy al aire nunca es bueno. No importa de qué me vaya a hablar, lo más probable es que me haga distraer, y eso siempre es malo.

  • Sí, necesito un pequeño presupuesto de gastos para mi personal de servicio.

Pasar tiempo con los locutores por fuera de la emisora es importante. Me encantaría poder llevarlos a almorzar de vez en cuando. Esto traerá grandes recompensas.

En conclusión: los de programación somos como el hijo de la mitad. Nuestro objetivo es servir. Nos levantamos cada mañana con el objetivo de ganar haciendo una gran radio. Estamos en esto porque lo amamos. Sea nuestro líder y sepa que nuestro objetivo es hacer que la emisora sea exitosa tanto con nuestros oyentes como con las personas que la hacen realidad.

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