No sueltes a tu talento hasta que aprenda

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Las personalidades de la radio no nacen, se hacen. Son proyectos a corto, mediano y largo plazo.

¿Cómo se desarrolla y se educa una personalidad de radio?

Depende de ti, como programador o director de radio, establecer una relación y ordenar la atención de una personalidad para ayudar a las personalidades a aprender, crecer y evolucionar. Esto es bueno para ti y ellos. Cuando crecen, son productivos y saludables.

El primer paso es establecer las reglas correctamente. En un inicio, los locutores las seguirán, pero conforme adquieran experiencia, las estirarán hasta romperlas. Eso pasa mucho en los cortes para conversar. En un principio serán de 3 minutos… Y después se irán a los 7, justo cuando no dicen nada.

¿Por qué pasan estas cosas? El talento odia las reglas, en especial si no entienden por qué existen. Por eso es importante no soltarlos hasta que aprendan para qué fueron hechas las normas a la hora de trabajar.

La realidad es que las reglas llevan por un lugar seguro a un programa de radio: hablar al inicio de una canción y no al final, terminar un segmento con una prueba, los cortes para hablar no deben durar más de 3:00 minutos. Estos son preceptos muy tensos, pero por algo existen y es indispensable que los locutores entiendan su razón de ser.

Ahora, un detalle que es indispensable atender a la hora de lidiar con personalidades jóvenes y fuertes es que existen dos cosas, las reglas y los principios.

Una regla requiere obediencia mientras que un principio necesita de cooperación.

Las reglas son exigidas por personas que no entienden o tienen tiempo para aplicar principios apropiados.

Las reglas se deben mantener al mínimo: llega temprano, prepárate, lucha.

Así podrás establecer los principios.

Con parámetros bien establecidos, ideas y comunicación claras, pueden salir muy buenos programas de radio donde participan personas sin experiencia, pero con conocimiento y sed de aprender más.

Tracy Johnson, de Johnson Media Group, lo dice muy claro en sus coachings: suelta al talento cuando veas que reciba por completo los principios. Eso no quiere decir que los liberes, porque significaría ignorarlos y eso se traduce en un negocio mal atendido.

Cuando manejes talento, busca oportunidades para guiarlos sin soltarlos, llévalos donde tú quieras que vayan.

Con información de Tracy Johnson Media Group.

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