Un Besito Más, Jesse & Joy. Pareciera que los hermanos Huerta acaban de llegar a los escenarios, pero en realidad llevan once años de trabajo continuo con un sonido siempre fresco, y por eso al escucharlos sentimos que se trata de un artista nuevo. Con esta última producción incursionaron en el mercado anglosajón y colaboraron con artistas de la talla de Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz.
Amor Supremo, Carla Morrison. La mexicana prácticamente les cerró la boca a sus detractores con un disco completamente innovador y distinto a sus trabajos anteriores. Desde su llamativa portada hasta una producción mucho más enfocada en la creación de atmósferas sonoras, Morrison superó las expectativas del público y de la crítica.
Generación Maquinaria Est. 2006, La Maquinaria. La producción fue planeada para celebrar sus 10 años y además vino con varias tortas bajo al brazo, entre ellas diversas nominaciones como Mejor Álbum Regional Mexicano. Además, fue un disco que crearon en comunidad, ya que tomaron en cuenta las sugerencias que sus seguidores dejaban en sus redes sociales, así que no deberían extrañarnos su alto nivel de popularidad.
Raíces. Banda el Recodo de Cruz Lizárraga. La agrupación es uno de los grandes íconos de la música mexicana, y como el título lo señala, este álbum es un regreso a los elementos que formaron su estilo particular, sin dejar de lado los sonidos más tradicionales de la tambora y el folclor del norte de México. Es un ejercicio tan honesto y orgánico que la música se siente actual. No por ello se han coronado como “La Madre de todas las Bandas”.
35 Aniversario, Grupo Niche. 35 años de poner a bailar a todos sus fans merecían un festejo. La producción marcó el regreso de José Aguirre, quien fue el encargado de reunir temas poco populares para armar este disco especial. Así, no se trata de una antología de éxitos, sino de la oportunidad de disfrutar del estilo salsero tan particular de la agrupación.
Conexión, Fonseca. El colombiano ha logrado dominar la fusión entre el pop y los ritmos latinos, específicamente, los característicos de Colombia. Esto le da a su música una personalidad única, pasando rápidamente de la balada a la música bailable sin errar en ninguno de los géneros.
Amor Supremo, Carla Morrison. La mexicana prácticamente les cerró la boca a sus detractores con un disco completamente innovador y distinto a sus trabajos anteriores. Desde su llamativa portada hasta una producción mucho más enfocada en la creación de atmósferas sonoras, Morrison superó las expectativas del público y de la crítica.
Raíces. Banda el Recodo de Cruz Lizárraga. La agrupación es uno de los grandes íconos de la música mexicana, y como el título lo señala, este álbum es un regreso a los elementos que formaron su estilo particular, sin dejar de lado los sonidos más tradicionales de la tambora y el folclor del norte de México. Es un ejercicio tan honesto y orgánico que la música se siente actual. No por ello se han coronado como “La Madre de todas las Bandas”.
Conexión, Fonseca. El colombiano ha logrado dominar la fusión entre el pop y los ritmos latinos, específicamente, los característicos de Colombia. Esto le da a su música una personalidad única, pasando rápidamente de la balada a la música bailable sin errar en ninguno de los géneros.
