No te vayas a la tumba con tu música dentro de ti

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Antenna

En agosto de 1987, Brown Bear lanzó la revista Antenna, que representó una gran innovación. Era una publicación para informar y promover a diferentes artistas y géneros musicales, analizar tendencias en el medio latino, además de dar a conocer el trabajo y la trayectoria de diversos locutores. Había pocos medios de difusión para la música y los artistas, comenta Vera. Recuerdo haber leído por aquel tiempo una novela llamada Acres of Diamonds, de Russell Conwell. Es una historia de un rancho en África y tiene que ver sobre las riquezas en las que estamos parados y que no vemos por buscarlas en tierras distantes. Siempre miramos a lo lejos, y ahí donde estamos parados, estamos encima de un acre de diamantes. En el mundo de la música estaba Billboard para las canciones en inglés, y apenas un folleto de cuatro páginas que circulaba por ahí sobre la música latina, y yo no me explicaba cómo era posible aquello. Por eso nació Antenna, partiendo del hecho de que estábamos parados sobre diamantes y no lo veíamos. Aunque tuvo inicios complicados, finalmente la revista despegó y alcanzó una circulación de 20 mil ejemplares. Durante años, la influyente publicación cumplió a la perfección su cometido de dar a conocer el talento, exponer la trayectoria de las personas que trabajaban en la radio y reportar eventos artísticos, todo lo cual contribuyó a unir a la industria. La publicación se distribuía en Estados Unidos y, como explica Brown Bear, también enviábamos algunos pocos ejemplares a México, sólo por decir que también teníamos presencia ahí, además de cadenas radiofónicas y estaciones de televisión.

 El oso aúlla

Brown Bear ya era un locutor muy popular de las mañanas y ya había conquistado a las audiencias de Albuquerque, Denver, Los Ángeles y otras ciudades del sur de los Estados Unidos, cuando decidió convertirse en empresario de los medios de comunicación. Con los recursos que le proporcionaba Antenna, en 1994 adquirió la KOXR, que estaba pasando por dificultades, y la rebautizó como Radio Lobo. La estación sería reconocida por el muy particular estilo de Vera, divertido, informativo, práctico e incluso estrafalario, mismo que en abril de 1995 captó la atención del diario Los Angeles Times por sus programas fuera de serie.

bear-vera-int-1Radio Lobo haría historia con secciones como El Mercadito, una especie de bazar en vivo donde la gente compraba y vendía. En sus segmentos de opinión, los locutores lanzaban preguntas al auditorio para que opinaran sobre asuntos de todo tipo, desde el amante latino hasta la policía, la prostitución y la verdad de los curanderos; tampoco escapaban la infidelidad ni el gobierno mexicano. Brown Bear tenía olfato para los grandes temas y no le importaba crear controversia, como cuando abrió el micrófono al locutor Abel Estrada, que era abiertamente gay, aunque al principio tenía sus dudas. Al final, se convirtió en una estrella.

Pero quizá lo más característico era la manera en que la estación repetía hasta seis veces por hora su tradicional firma sonora, el aullido de un lobo, además de requerir que la gente hiciera lo mismo cuando solicitaba una canción. Yo quería una estación que, cuando la gente la escuchara, todo el mundo supiera inmediatamente qué estaba oyendo; por eso pusimos el aullido. Al principio yo quería bautizarla como Radio Coyote, porque era un animal más mexicano. Pero me pusieron objeciones, pues decían que tendríamos problemas con las autoridades de inmigración. Cada diez o quince minutos dábamos el característico aullido. La gente que iba manejando sabía exactamente lo que iba escuchando el conductor de al lado; y el de enfrente, y el de atrás.

Radio Lobo también produjo movilizaciones de otro tipo. En diciembre de 1994, varios trabajadores agrícolas que marcharon por Oxnard para protestar por la Propuesta 187, dijeron estar siguiendo una idea originada en Radio Lobo.

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La música por dentro

Poco a poco, la locución y la radio comenzaron a pasar a segundo término y fue tomando forma otro interés, mucho más altruista y profundamente satisfactorio, en la vida del Oso. En alguna ocasión mi amigo Agustín Tovar me dijo: `¿Cómo llegas todos los días con tantas ideas? Llegas con tanto entusiasmo siempre ́. Yo me había dado cuenta desde un inicio que si eres jefe de una organización, tu trabajo es motivar e inspirar, rodearte de los mejores, alentarlos para que cooperen contigo. Y me di cuenta de que yo siempre estaba motivando. Cuando estuve trabajando en Santa María, California, mi amigo Gregorio Esquivel empezó un programa que se llamaba Éxito y felicidad. Era de superación personal y a mí me encantaba aquel minuto de inspiración. Tristemente, Gregorio murió y como a mí me gustaba tanto lo que hacía, decidí seguir su ejemplo y empecé a escribir cápsulas. De pronto, sin pensarlo, ya estaba en 150 estaciones de radio por todo el país.

Luego me invitaron a dar una charla a mi escuela, y los estudiantes estaban riendo, interesados, participando, así que otros maestros me empezaron a invitar a diferentes clubs. Al principio lo vi como una oportunidad para hacer negocios, para hablar de estrategias de penetración del mercado hispano y vender publicidad. Pero mi esposa, Sahara del Sol, me dijo: `De todo el talento que tienes, de todas las cosas que haces bien, ésta es la razón por la cual Dios te puso en la Tierra ́. Yo tenía planes de poner otra estación, de hacer una cadena, pero veía que la gente necesitaba apremiantemente escuchar sobre la paz, sobre el valor, del por qué no le estaban saliendo las cosas, y yo sabía que podía ayudarlos. Vendí mi estación de radio, regalé mi revista y me dediqué a ayudar al prójimo a triunfar”.

He tenido muchas satisfacciones en la vida, recapitula Vera, con semblante pensativo pero paz en su mirada. Me siento orgulloso de toda esa gente con la que trabajé en la radio y que después tuvieron una carrera muy exitosa; buena gente que había traído a trabajar conmigo y que después estuvieron en el primer lugar más tiempo que nadie. Tuve la fortuna de aprender, de trabajar y de enseñar a gente muy talentosa. Tengo un hogar donde no existe el enojo y sí el amor. Y ahora me dedico a motivar a los demás, porque una de las reglas es: No te vayas a la tumba con tu música dentro de ti. He tenido una vida perfecta.

Link a la 1era parte

http://radionotas.com/wow-esto-es-para-mi-alberto-brown-bear-vera/

Link la 2da parte

http://radionotas.com/alberto-vera-brown-bear-siempre-queria-hacer-cosas-diferentes-no-me-gustaba-lo-facil/

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