Martín Fabián, Parte III

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Finalizamos nuestro recorrido por la carrera de este grande de la radio tal como la contó para monitorLATINO en el libro En la Misma Sintonía.

Sueños y pesadillas

Estaba iniciando la década de los noventa y con ella, gestándose la explosión del “género grupero” u “onda grupera”. En 1991, con una carrera en rápido ascenso, Fabián fue invitado a trabajar a Televisa Radio, donde por una parte, dio impulso definitivo al movimiento grupero a través de la Ke Buena —con tal éxito que de inmediato empezaron a proliferar estaciones similares—, pero por otro lado se acumularon sus responsabilidades hasta convertirse en casi una pesadilla. El señor Alejandro Quintero, era el presidente de Televisa Radio, se reunió conmigo y me dijo: `Yo quiero ser especialista en lo que tú haces, pero no puedo, así que quiero que tú seas´. Yo le dije que mi condición para irme a trabajar a la Ciudad de México era que me otorgara cinco cosas:

  1. Una estación de radio grupera.
  2. Una revista que estuviera casada a dicha estación, a la tele y los discos.
  3. Un programa de televisión.
  4. Unos premios. Los haría la radio, saldrían en la revista y también en la tele.
  5. Que me ayudaran a dignificar el movimiento de la música popular mexicana.

Eran, en cierta forma, los cinco montoncitos de talco que Fabián, siempre intuitivo, hubiera hecho de niño con don Norberto el yerbero: crear diversificación, productos complementarios y auto competencia, fórmulas bien probadas del éxito en los negocios. El señor Quintero me dio unas llaves y me dijo: `Está bien. Demuestra que eres capaz de hacerlo, aquí están las llaves de tu carro y de tu departamento. Bienvenido a la empresa. Ésta es la única compañía en la que puedes hacer tus sueños realidad´. La radio, explica Martín, fue la Ke Buena; la revista se llamó Furia Musical, yo hice el primer número; me dijeron que el programa de televisión lo haría con Verónica Castro, también llamado Furia, aunque Verónica le quiso poner Vámonos pal Dancing; finalmente, los premios fueron los Premios de Furia. En ese tiempo no había Internet, y todo lo que decía Furia era ley. Yo lo que quería era romper esa idea de que la música grupera era música naca. Fue un proceso largo, pero pasó. La revista electrónica Géneros Musicales escribe: Antes de esto, el movimiento grupero estaba limitado únicamente a las estaciones de AM y a cierto horario del día, no había espacios en la televisión y se difundía muy poco; era una música muy discriminada por los medios y sólo era escuchada por las clases media baja y baja.

En 1992, Fabián recibió la dirección de la Súper Estelar WA Ke Buena 540 AM y la dirección de programación de XEX Stereo 102 FM, una estación dirigida al sector juvenil. Asimismo, asesoró y fue pieza clave para concretar diversas adquisiciones del Grupo Televisa en la provincia, especialmente Guadalajara. Me dieron las estaciones del medio; tenía como diez estaciones. La Ke Buena se convirtió en una cadena nacional. En seguida Emilio Azcárraga me llamó y me dijo que quería sacar un canal de música, porque MTV venía muy fuerte a México. Me dieron TeleHit. Después me dieron Ritmo Sound. Así que tenía la radio de Guadalajara, la revista, Ritmo Sound, TeleHit; tenía en puerta el programa con Verónica Castro. Y en ésas estaba, cuando me enfermé. Estuve de gravedad en el hospital y casi me muero. Ahí fue cuando dije: `Llegó el momento de dejar la radio´. Era el año de 1995.

Descubridor de talentos

Guardando perfecta simetría, Fabián estuvo en la radio tres años en Monterrey, tres en Guadalajara y tres en la Ciudad de México. Pero entendió que la radiofonía —como los montones de talco con esencias— no podía ser todo en su vida. La siguiente etapa, con satisfacciones igualmente entrañables, sería la de descubridor de talentos y representante artístico. Antes de tomar esa decisión, sentía que ya no pisaba la tierra, me estaba volviendo loco con tanto trabajo, recuerda. Tenía muchas cosas: radio, revistas, televisión. Y yo siempre me había prometido a mí mismo que iba a salir con facultades de donde estuviera. Quería cambiar mi vida. Así que después de enfermarme, casi morirme y bajar veinte kilos, fui a la oficina del señor Quintero.

—No, no te vas a ir. No puedes irte —le dijo.

—Sí, me voy a ir. Ya me fui.

Martín Fabián decidió dedicarse de tiempo completo a la promoción y manejo de artistas. Después de ver actuar a Los Tucanes de Tijuana en dicha ciudad, los tomó bajo su representación. A partir de ese momento su misión fue que todos conocieran al grupo, y así fue: Los Tucanes de Tijuana se convirtieron en todo un éxito después de que Martín Fabián guiara su promoción en México y Estados Unidos, hecho que cambiaría el rumbo de la música norteña. Yo desde antes ya había pensado en ser representante, explica Fabián. Cuando estuve en Sonido 102 me había invitado a comer Luis Miguel, nos quedamos platicando y ahí fue cuando pensé por primera vez en ser representante artístico. El primer grupo fueron los Tucanes de Tijuana; sus letras se me hacían muy originales y me gustaba cómo cantaba Mario Quintero. Cuando me puse de acuerdo con ellos se me ocurrió hacer un baile en Guadalajara y pedí la plaza para hacer el evento. Ahí presenté por primera vez al grupo que cambió el rumbo de la música norteña. Ese día Mario Quintero me dijo que querían irse a Estados Unidos y me ofreció irme con ellos, cosa que acepté. Me fui a Estados Unidos en 1997.

Por medio de Nueva Generación Music Group, la empresa a través de la cual Martín Fabián se dedica a descubrir y lanzar artistas, además de los Tucanes ha representado a Lupillo Rivera, Banda Del Recodo y Montez de Durango, con los que una vez más marcaría un gran hito en la música mexicana. A partir del lanzamiento de este grupo en adelante todo México y Estados Unidos bailarían al ritmo del nuevo pasito duranguense. Montez de Durango, Patrulla 81 y Horóscopos de Durango se convirtieron durante ese ciclo en los dueños absolutos de los charts de popularidad radial, ventas, difusión, eventos y premios en general. Otro caso notable fue el lanzamiento en 2006 del cantante Espinoza Paz, en ocasiones nombrado rey del género regional mexicano, a quien descubrió en 2006 en Guadalajara. Pero antes de Espinoza, ya había iniciado un movimiento muy fuerte, el movimiento duranguense, y a mí me tocó desarrollarlo en Estados Unidos, subraya Martín Fabián, que desde entonces ha continuado en la industria de la música y respaldado el lanzamiento de promesas como la banda colombiana The Mills y Jenny and the Mexicats.

En todos los lugares donde he trabajado, desde la radio hasta la promoción de artistas, siempre supe dar resultados en lo que hice, reflexiona. He estado en un medio en el que, si te tardas mucho en dar resultados, se considera una falla, y parece que eso ha hecho mal (a los artistas y a la industria misma). Con cada uno de los artistas con los que he trabajado —y en la radio—, fui descubriendo que éste es un trabajo de alto riesgo. Por ello, mi reflexión es que uno debe hacer las cosas de manera pensante y tranquila, con mucha serenidad. En esta vida todos debemos estar preparados para el éxito, para triunfar, pero saber también que éste afecta a las personas y las hace creer que siempre tienen la razón. No importa si uno empieza de buena fe. Cuando el éxito es grande, puntualiza, es cuando mejor debemos pensar y estar preparados. Afortunadamente, Martín ha demostrado que además de preparación, posee algo que se requiere tanto para la radio como para la representación artística e incluso para la venta de polvos mágicos: creatividad. Y gracias a ella ha brindado, desde distintos frentes, esperanza, ánimo y emoción a la gente.

Link 1era parte:

http://radionotas.com/martin-fabian-siempre-he-sabido-dar-resultados/

Link 2da Parte:

http://radionotas.com/martin-fabian-parte-ii/

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